Torrente decide instalarse en plena Costa del sol, en el ayuntamiento de Marbella, y trabajar como investigador privado. Allí, cuenta con la ayuda de Cuco, que colabora con él a tiempo parcial. La misión de Cuco consiste en desenmascarar a Spinelli, un peligroso traficante de armas que amenaza con destruir la ciudad si no le pagan 2.000 millones de pesetas.