La paz de Verona es perturbada por la rivalidad entre familias nobles: el Montesco y el Capuleto, enemigos irreconciliables. Las dos familias han continuado luchando para hacer la vida insoportable en la ciudad italiana. El príncipe de Verona informa a los jefes que las dos familias responden con sus vidas si hay nuevas luchas. En una pelota en honor de Julieta, la hija de Capuleto, encuentra de paso a Romeo, hijo de Montesco. Ambos se enamoran inmediatamente, sin saber que su amor es imposible.