Un criminal ataca a Lorraine en una estación de servicio. Le roba el coche y, muy a su pesar, la lleva junto con su hijo de 8 años en un viaje hacia la frontera mexicana. Roy, un peligroso ladrón de bancos, no tiene ninguna intención de separarse de sus rehenes. Aterrorizada, Lorraine hace todo lo que puede por proteger a su hijo del psicópata que los mantiene prisioneros.