Un oficial de policía es elegido para desactivar una bomba que fue colocada en un autobús de pasajeros por un extorsionador en busca de venganza. Pero mientras lo hace, él y una pasajera deben mantener el autobús andando por las calles de Los Ángeles a una velocidad no menor a los 80 kilómetros por hora, para evitar que el artefacto explote.