Durante una fiesta, Jake Lo, un estudiante de Bellas Artes, presencia cómo un narcotraficante asesina a uno de los anfitriones. Acusado por los agentes que protegían al muerto, sólo podrá confiar en Ryan, un rudo agente de la policía de Chicago que le recuerda a su difunto padre. Para limpiar su nombre, Jake decidirá ayudarle a atrapar al asesino.