Dos niños (Holly Deveaux y Christian Martyn) son testigos de un asesinato en un viaje donde realizarán una acampada con un amigo de la familia (Daniel Kash). Cuando los criminales y también hermanos (Purcell y Suplee) comienzan a dar caza a los niños para matarlos e impedir que puedan declarar en su contra, aparece el padre (Fraser) para intentar salvarlos.