Tras dirigir Tempestad, Tatiana Huezo se convirtió en la primera mujer en recibir el premio Ariel a mejor dirección en la historia del cine mexicano. Su segundo largometraje esboza una mirada intima, atípica y poética que confronta al espectador con la dureza de una realidad dolorosa. El espectador encontrará en este documental una película sobre el abismo innombrable en la vida de dos mujeres, una privada de su libertad y otra marcada por la ausencia de su hija desaparecida. A través de imágenes que nos sumergen en un viaje de norte a sur en México, los testimonios de Miriam y Adela configuran una realidad donde la violencia ha tomado el control de nuestras vidas, nuestros deseos y sueños.