Javi, un niño de nueve años, lleva a su amigo Carlos hasta un viejo caserón situado en las afueras de la ciudad. Allí, según el hermano de Javi, tuvo lugar un crimen pasional, y las voces de los muertos aún se pueden oír en el sótano de la casa. El misterio que rodea este caserón deshabitado es el inicio de una búsqueda, de un aprendizaje que muestra, a través de la mirada de Javi, el miedo y la fascinación por lo desconocido.