Sam, Tara, Mindy y Chad quieren tener una vida completamente normal, por ello, después de la masacre final de Ghostface en Woodsboro, deciden mudarse a Nueva York. Todos ellos quieren abandonar esas horribles vivencias que sufrieron en su pequeño pueblo. Sin embargo, no pueden escapar tan fácilmente de sus problemas y les volverá a perseguir, el ya conocido, asesino con una máscara de fantasma. Lo comienzan a ver en el metro, en el supermercado, en medio de la gran ciudad. Sam, Tara, Mindy y Chad no están dispuestos a rendirse y se preparan para acabar con él y volver a vivir en tranquilidad.