En una isla desierta, en donde antaño tuvo su residencia el Doctor Orloff, vive ahora su hija, Nadia (Soledad Miranda), que recibe la visita de una mujer que le trae un testamento por el que la joven heredará la mansión del conde Drácula, de quien es última descendiente. La aparición de diversos cadáveres en los últimos meses hacen sospechar a un inspector de policía de Estambul de la existencia de un vampiro. Sus investigaciones le llevarán hasta Nadia, que debe parte de su juventud a la sangre de sus bellas amantes.