Tomado como esclavo después de la caída de Jerusalén en el año 605 aC, Daniel (Robert Miano) se ve obligado a servir al rey más poderoso del mundo, el rey Nabucodonosor. Ante la muerte inminente, Daniel demuestra ser un asesor de confianza y se coloca entre los hombres sabios del rey. Amenazado de muerte en cada esquina Daniel no deja de servir al rey hasta que se ve obligado a elegir entre servir al rey u honrar a Dios. Con su vida en juego Daniel no tiene más que su fe se interponga entre él y la guarida de los leones.