Un año después de un severo trauma emocional, Sarah (Shauna Macdonald) viaja a Carolina del Norte para pasar unos días explorando unas cuevas con sus amigas; después de descender bajo tierra, las amigas hallan unas pinturas extrañas y evidencias de una expedición anterior, luego descubren que no están solas. Depredadores subterráneos habitan el lugar y a ellos les gusta mucho la carne humana.