Esteban Espinosa (Ricardo Darín) es un hombre honrado, aunque taciturno y hosco. Es un taxidermista que, aislado en su taller, dedica el tiempo a dar apariencia de vida a la materia muerta. Pero, detrás de sus ojos fríos, arde un deseo oculto, una extraña obsesión en un hombre honrado: durante los últimos años, una y otra vez, ha imaginado y planeado los golpes más perfectos y brillantes, fruto de una inteligencia que, según él, lo diferencia de los demás. Lo que ocurre fuera de su taller: la lucha de “tontos contra tontos”, policías y ladrones no tiene nada que ver con él.