Basada en una historia real. En los años sesenta, Frank W. Abagnale era un joven y escurridizo delincuente que adoptaba diversas identidades (médico, abogado o copiloto de líneas aéreas). Carl Hanratty, un agente del FBI, tenía la misión de seguir su pista y capturarlo para llevarlo ante la justicia, pero Frank siempre iba un paso por delante de él.